La Tienda del Cielo
¡¡ Bienvenidos todos !!
Seguramente usted a escuchado aquella entretenida anécdota que nos cuenta como cierto día, alguien entró a un singular local que se llamaba "La Tienda del Cielo". Y como recordará, este bello relato también nos narra el asombro de aquella persona al ver que aquel lugar era atendido por ángeles, y que en los anaqueles se encontraban expuestos unos elegantes recipientes de cristal.
Entonces, según nos narra la anécdota, aquella persona se acercó a los recipientes y pudo ver en ellos las etiquetas de lo que contenían, y así leyó con asombro: Misericordia, Paz, Sabiduría, Paciencia, Fortaleza, en fin, una larga lista de productos de este tipo. Y así, de esta forma aquella persona comprendió que lo que vendía aquella tienda no eran bienes materiales, sino más bien cualidades, virtudes y dones espirituales.
El visitante prosiguió su recorrido y después de pensar un poco, hizo un inventario de lo que consideró eran sus propias virtudes y de esta forma descubrió sus carencias. Se dio cuenta que estas últimas eran muchas y aprovechando que estaba ahí procedió a hacer su pedido; decidió llevar "Oración" -pues hacia tiempo la suya era muy pobre-, llevaría también "Humildad" -que ya desde ese momento, estaba haciendo su efecto-, agregó a su pedido un poco de "Caridad" y por último llevaría "Consejo", aunque al final recapacitó y lo cambió por "Prudencia".
Finalmente, nuestro personaje se dirige a la caja con la intención de pagar su compra, y nuestra historia, en esta ocasión tendrá dos finales.
El primer final, corresponde a una de las dos versiones de esta anécdota que yo conozco. Y dice así:
Al llegar a la caja, nuestro personaje le pregunta al ángel que la atiende: "Todo esto es lo que me hace falta, ¿cuánto tengo que pagar?", y el ángel, dirigiéndole una tierna mirada, le responde: "No es nada, todo esto que lleva ya está pagado; al morir en la cruz, Jesús mismo lo ha pagado por ti".
Hermoso final sin duda, pero pasemos al segundo, no menos bello además de ilustrativo:
Al llegar a la caja, nuestro personaje le dice al ángel que la atiende:"Esto es lo que voy a llevar, todo esto es lo que me hace falta". El ángel recibe la hoja de pedido en la que nuestro personaje ha anotado lo que llevará y disculpándose, va a surtir lo que en ella se ha enlistado.
Momentos después, el ángel regresa con un diminuto paquete que coloca sobre el mostrador. Nuestro personaje sorprendido le pregunta: "¿Eso es todo? pero si he pedido varias cosas, algunas de ellas bastante importantes, yo imaginaba que me llevaría un gran paquete". A lo que el ángel, dirigiéndole una tierna mirada, le responde: "Efectivamente, en este pequeño paquete se encuentra todo lo que ha pedido, lo que sucede es que aquí todos los dones se dan en semilla, se colocan en el corazon y con el tiempo, después de regarlos y cultivarlos es que darán su fruto".
Así pues, a usted que visita nuestra página, le tenemos una muy buena noticia:
Le informamos que hemos abierto en nuestro Sitio una Sucursal de esa tienda del cielo, en donde podrá usted hacer su propio pedido. Pase, vea nuestros productos y después de discernir, elija lo que considere le hace falta.
En cuanto al costo, debemos reconocer que si bien los dones espirituales son gratuitos, nosotros por ser Sucursal debemos reportar alguna ganancia, por lo que su pedido generará un monto a cargo. Pero no se preocupe, nuestros precios son módicos. Además, su crédito no tiene límite y podrá pagar en cómodos plazos. Y claro está, si usted considera que nuestros precios no son justos, háganoslo saber y no tendremos ningún inconveniente en aumentarlos.
¿Cuáles son nuestras formas de pago?
Esta es una de nuestras grandes ventajas, usted puede elegir alguna de las siguientes formas de pago:
Visitas al Santísimo
Días de ayuno
Rezos del Santo Rosario
Misas diarias (de lunes a sábado)
Obras de Caridad (Al estilo Madre Teresa; de las que duelen)
O cualquier otra en la que usted se ponga de acuerdo con nuestro Proveedor.
Ahora, si ya decidió por alguna de nuestras formas de pago, pase y llene su carrito de compras.
¡¡ Bienvenidos !!