| = Del maestro de coro. Del siervo de Yahveh, David, que dirigió a Yahveh las palabras de este cántico el día en que Yahveh le libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl. = |
| Yo te amo, Yahveh, mi fortaleza, (mi salvador, que de la violencia me has salvado). |
| Yahveh, mi roca y mi baluarte, mi liberador, mi Dios; la peña en que me amparo, mi escudo y fuerza de mi salvación, mi ciudadela y mi refugio. |
| Invoco a Yahveh, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos. |
| Las olas de la muerte me envolvían, me espantaban las trombas de Belial, |
| los lazos del seol me rodeaban, me aguardaban los cepos de la Muerte. |
| Clamé a Yahveh en mi angustia, a mi Dios invoqué; y escuchó mi voz desde su Templo, resonó mi llamada en sus oídos. |
| La tierra fue sacudida y vaciló, retemblaron las bases de los montes, (vacilaron bajo su furor); |
| una humareda subió de sus narices, y de su boca un fuego que abrasaba, (de él salían carbones encendidos). |
| El inclinó los cielos y bajó, un espeso nublado debajo de sus pies; |
| cabalgó sobre un querube, emprendió el vuelo, sobre las alas de los vientos planeó. |
| Se puso como tienda un cerco de tinieblas, tinieblas de las aguas, espesos nubarrones; |
| del fulgor que le precedía se encendieron granizo y ascuas de fuego. |
| Tronó Yahveh en los cielos, lanzó el Altísimo su voz; |
| arrojó saetas, y los puso en fuga, rayos fulminó y sembró derrota. |
| El fondo del mar quedó a la vista, los cimientos del orbe aparecieron, ante tu imprecación, Yahveh, al resollar el aliento en tus narices. |
| El extiende su mano de lo alto para asirme, para sacarme de las profundas aguas; |
| me libera de un enemigo poderoso, de mis adversarios más fuertes que yo. |
| Me aguardaban el día de mi ruina, más Yahveh fue un apoyo para mí; |
| me sacó a espacio abierto, me salvó porque me amaba. |
| Yahveh me recompensa conforme a mi justicia, me paga conforme a la pureza de mis manos; |
| porque he guardado los caminos de Yahveh, y no he hecho el mal lejos de mi Dios. |
| Porque tengo ante mí todos sus juicios, y sus preceptos no aparto de mi lado; |
| he sido ante él irreprochable, y de incurrir en culpa me he guardado. |
| Y Yahveh me devuelve según mi justicia, según la pureza de mis manos que tiene ante sus ojos. |
| Con el piadoso eres piadoso, intachable con el hombre sin tacha; |
| con el puro eres puro, con el ladino, sagaz; |
| tú que salvas al pueblo humilde, y abates los ojos altaneros. |
| Tú eres, Yahveh, mi lámpara, mi Dios que alumbra mis tinieblas; |
| con tu ayuda las hordas acometo, con mi Dios escalo la muralla. |
| Dios es perfecto en sus caminos, la palabra de Yahveh acrisolada.El es el escudo de cuantos a él se acogen. |
| Pues ¿quién es Dios fuera de Yahveh? ¿Quién Roca, sino sólo nuestro Dios? |
| El Dios que me ciñe de fuerza, y hace mi camino irreprochable, |
| que hace mis pies como de ciervas, y en las alturas me sostiene en pie, |
| el que mis manos para el combate adiestra y mis brazos para tensar arco de bronce. |
| Tú me das tu escudo salvador, (tu diestra me sostiene), tu cuidado me exalta, |
| mis pasos ensanchas ante mí, no se tuercen mis tobillos. |
| Persigo a mis enemigos, les doy caza, no vuelvo hasta haberlos acabado; |
| los quebranto, no pueden levantarse, sucumben debajo de mis pies. |
| Para el combate de fuerza me ciñes, doblegas bajo mí a mis agresores, |
| a mis enemigos haces dar la espalda, extermino a los que me odian. |
| Claman, mas no hay salvador, a Yahveh, y no les responde. |
| Los machaco como polvo al viento, como al barro de las calles los piso. |
| De las querellas de mi pueblo tú me libras, me pones a la cabeza de las gentes; pueblos que no conocía me sirven; |
| los hijos de extranjeros me adulan, son todo oídos, me obedecen, |
| los hijos de extranjeros desmayan, y dejan temblando sus refugios. |
| ¡Viva Yahveh, bendita sea mi roca, el Dios de mi salvación sea ensalzado, |
| el Dios que la venganza me concede y abate los pueblos a mis plantas! |
| Tú me libras de mis enemigos, me exaltas sobre mis agresores, del hombre violento me salvas. |
| Por eso he de alabarte entre los pueblos, a tu nombre, Yahveh, salmodiaré. |
| El hace grandes las victorias de su rey y muestra su amor a su ungido, a David y a su linaje para siempre. |
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