| Finalmente, hermanos, orad por nosotros para que la Palabra del Señor siga propagándose y adquiriendo gloria, como entre vosotros, |
| y para que nos veamos libres de los hombres perversos y malignos; porque la fe no es de todos. |
| Fiel es el Señor; él os afianzará y os guardará del Maligno. |
| En cuanto a vosotros tenemos plena confianza en el Señor de que cumplís y cumpliréis cuanto os mandamos. |
| Que el Señor guíe vuestros corazones hacia el amor de Dios y la tenacidad de Cristo. |
| Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibisteis. |
| Ya sabéis vosotros cómo debéis imitarnos, pues estando entre vosotros no vivimos desordenadamente, |
| ni comimos de balde el pan de nadie, sino que día y noche con fatiga y cansancio trabajamos para no ser una carga a ninguno de vosotros. |
| No porque no tengamos derecho, sino por daros en nosotros un modelo que imitar. |
| Además, cuando estábamos entre vosotros os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. |
| Porque nos hemos enterado que hay entre vosotros algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. |
| A ésos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan. |
| Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien. |
| Si alguno no obedece a lo que os decimos en esta carta, a ése señaladle y no tratéis con él, para que se avergüence. |
| Pero no lo miréis como a enemigo, sino amonestadle como a hermano. |
| Que El, el Señor de la paz, os conceda la paz siempre y en todos los órdenes. El Señor sea con todos vosotros. |
| El saludo va de mi mano, Pablo. Esta es la firma en todas mis cartas; así escribo. |
| La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros |
| | |