| Los israelitas volvieron a hacer lo que desagradaba a Yahveh y Yahveh los entregó a merced de los filisteos durante cuarenta años. |
| Había un hombre en Sorá, de la tribu de Dan, llamado Manóaj. Su mujer era estéril y no había tenido hijos. |
| El ángel de Yahveh se apareció a esta mujer y le dijo: «Bien sabes que eres estéril y que no has tenido hijos, |
| pero concebirás y darás a luz un hijo. En adelante guárdate de beber vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro. |
| Porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. No pasará la navaja por su cabeza, porque el niño será nazir de Dios desde el seno de su madre. El comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos.» |
| La mujer fue a decírselo a su marido: «Un hombre de Dios ha venido donde mí; su aspecto era como el del Ángel de Dios, muy terrible. No le he preguntado de dónde venía ni él me ha manifestado su nombre. |
| Pero me ha dicho: Vas a concebir y a dar a luz un hijo. En adelante no bebas vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro, porque el niño será nazir de Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte.» |
| Manóaj invocó a Yahveh y dijo: «Te ruego, Señor, que el hombre de Dios que has enviado venga otra vez donde nosotros y nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño cuando nazca.» |
| Dios escuchó a Manóaj y el Ángel de Dios vino otra vez donde la mujer cuando estaba sentada en el campo. Manóaj, su marido, no estaba con ella. |
| La mujer corrió enseguida a informar a su marido y le dijo: «Mira, se me ha aparecido el hombre que vino donde mí el otro día.» |
| Manóaj se levantó y, siguiendo a su mujer, llegó donde el hombre y le dijo: «¿Eres tú el que has hablado con esta mujer?» El respondió: «Yo soy.» |
| Le dijo Manóaj: «Cuando tu palabra se cumpla ¿cuál deberá ser la norma del niño y su conducta?» |
| El Ángel de Yahveh respondió a Manóaj: «Deberá abstenerse él de todo lo que indiqué a esta mujer. |
| No probará nada de lo que procede de la viña, no beberá vino ni bebida fermentada, no comerá nada impuro y observará todo lo que yo le he mandado.» |
| Manóaj dijo entonces al Ángel de Yahveh: «Permítenos retenerte y prepararte un cabrito.» |
| Pero el Ángel de Yahveh dijo a Manóaj: «Aunque me obligues a quedarme no probaré tu comida. Pero si quieres preparar un holocausto, ofréceselo a Yahveh.» Porque Manóaj no sabía que era el Ángel de Yahveh. |
| Manóaj dijo entonces al Ángel de Yahveh: «¿Cuál es tu nombre para que, cuando se cumpla tu palabra, te podamos honrar?» |
| El Ángel de Yahveh le respondió: «¿Por qué me preguntas el nombre, si es maravilloso?.» |
| Manóaj tomó el cabrito y la oblación y lo ofreció en holocausto, sobre la roca, a Yahveh, que obra maravillas. Manóaj y su mujer estaban mirando. |
| Cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Ángel de Yahveh subía en la llama. Manóaj y su mujer lo estaban viendo y cayeron rostro en tierra. |
| Al desaparecer el Ángel de Yahveh de la vista de Manóaj y su mujer, Manóaj se dio cuenta de que era el Ángel de Yahveh. |
| Y dijo Manóaj a su mujer: «Seguro que vamos a morir, porque hemos visto a Dios.» |
| Su mujer le respondió: «Si Yahveh hubiera querido matarnos no habría aceptado de nuestra mano el holocausto ni la oblación, no nos habría mostrado todas estas cosas ni precisamente ahora nos habría hecho oír esto.» |
| La mujer dio a luz un hijo y le llamó Sansón. El niño creció y Yahveh le bendijo. |
| Y el espíritu de Yahveh comenzó a excitarle en el Campamento de Dan, entre Sorá y Estaol. |
| | |