| Habló Yahveh a Moisés y dijo: |
| Di a Aarón y a sus hijos que se abstengan de algunas ofrendas sagradas que los israelitas me consagran, para no profanar mi santo nombre. Yo, Yahveh. |
| Diles: Cualquier descendiente vuestro, en todas las generaciones, que, estando impuro, se acerque a las cosas sagradas que los israelitas consagran a Yahveh, ése será exterminado de mi presencia. Yo, Yahveh. |
| Ningún descendiente de Aarón, que sea leproso o padezca flujo comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. El que toque lo que es impuro por un cadáver, o el que haya tenido un derrame seminal, |
| o el que haya tocado un bicho que le ha hecho impuro o a un hombre que le ha hecho impuro con cualquier clase de impureza; |
| quien toque estas cosas, quedará impuro hasta la tarde, y no comerá de las cosas sagradas, sino que lavará su cuerpo con agua; |
| puesto el sol, quedará limpio y podrá luego comer de las cosas sagradas, pues son su alimento. |
| No comerá animal muerto o destrozado que le haga impuro. Yo, Yahveh. |
| Que guarden mis observancias, no sea que, cargados así de pecado, al profanarlas mueran por ello. Yo, Yahveh, el que los santifico. |
| Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas. |
| Pero si un sacerdote con su dinero compra una persona, ésta podrá comer de las cosas sagradas; y también el siervo nacido en la casa: ambos pueden comer del pan del sacerdote. |
| La hija de un sacerdote, casada con un laico, no podrá comer de la ofrenda reservada de las cosas sagradas. |
| Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre, como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él. |
| Quien, por inadvertencia, coma de cosa sagrada, la restituirá al sacerdote, añadiendo un quinto de más. |
| No profanen, pues, las cosas sagradas de los israelitas, reservadas para Yahveh, |
| porque al comerlas cargarían con una iniquidad que debe ser reparada. Yo soy Yahveh, el que los santifico. |
| Yahveh habló a Moisés, diciendo: |
| Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles: Si alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda que como holocausto ofrece a Yahveh |
| para que os alcance favor, la víctima habrá de ser macho, sin defecto, buey, oveja o cabra. |
| No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado. |
| Si alguno ofrece a Yahveh ganado mayor o menor como sacrificio de comunión, sea en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, ha de ser una res sin defecto para alcanzar favor; no debe tener defecto alguno. |
| No presentaréis ante Yahveh animal ciego, quebrado, mutilado, ulcerado, sarnoso o ruin; de ellos nada pondréis en el altar como manjar que se abrasa para Yahveh. |
| Si es buey u oveja desproporcionado o enano, podréis presentarlo como ofrenda voluntaria, pero no será aceptado en cumplimiento de voto. |
| No ofreceréis a Yahveh animal que tenga los testículos aplastados, majados, arrancados o cortados. No hagáis est en vuestra tierra. |
| Y de esto nada recibiréis de la mano del extranjero como alimento de vuestro Dios, porque su deformidad es un defecto; no os serán aceptados. |
| Habló Yahveh a Moisés, diciendo: |
| Cuando nazca un ternero, o un cordero, o cabrito, quedará siete días con su madre; y desde el día octavo en adelante será grato como ofrenda de manjar abrasado para Yahveh. |
| No inmoléis en el mismo día vaca u oveja juntamente con su cría. |
| Al sacrificar a Yahveh un sacrificio de alabanza, lo haréis de tal modo que os sea aceptado. |
| Será comido en el mismo día, sin dejar nada de él hasta la mañana siguiente. Yo, Yahveh. |
| Guardad mis mandamientos y cumplidlos. Yo, Yahveh. |
| No profanéis mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los israelitas. Yo soy Yahveh, el que os santifica, |
| el que os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, Yahveh. |
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