| Esto me dio a ver el Señor Yahveh: He aquí que él formaba langostas, cuando empieza a crecer el retoño, el retoño que sale después de la siega del rey. |
| Y cuando acababan de devorar la hierba de la tierra, yo dije: ¡Perdona, por favor, Señor Yahveh! ¿cómo va a resistir Jacob, que es tan pequeño? |
| Y se arrepintió Yahveh de ello: No será, dijo Yahveh. |
| Esto me dio a ver el Señor Yahveh:He aquí que el Señor Yahveh convocaba al juicio por el fuego: éste devoró el gran abismo, y devoró la campiña. |
| Y yo dije: ¡Señor Yahveh, cesa, por favor! ¿cómo va a resistir Jacob, que es tan pequeño? |
| Y se arrepintió Yahveh de ello: Tampoco esto será, dijo el Señor Yahveh. |
| Esto me dio a ver el Señor Yahveh:He aquí que el Señor estaba junto a una pared con una plomada en la mano. |
| Y me dijo Yahveh: ¿Qué ves, Amós?Yo respondí: Una plomada.El Señor dijo: ¡He aquí que yo voy a poner plomada en medio de mi pueblo Israel, ni una más le volveré a pasar! |
| Serán devastados los altos de Isaac, asolados los santuarios de Israel, y yo me alzaré con espada contra la casa de Jeroboam. |
| El sacerdote de Betel, Amasías, mandó a decir a Jeroboam, rey de Israel: Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; ya no puede la tierra soportar todas sus palabras. |
| Porque Amós anda diciendo: A espada morirá Jeroboam, e Israel será deportado de su suelo. |
| Y Amasías dijo a Amós: Vete, vidente; huye a la tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. |
| Pero en Betel no has de seguir profetizando, porque es el santuario del rey y la Casa del reino. |
| Respondió Amós y dijo a Amasías: Yo no soy profeta ni hijo de profeta, yo soy vaquero y picador de sicómoros. |
| Pero Yahveh me tomó de detrás del rebaño, y Yahveh me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel. |
| Y ahora escucha tú la palabra de Yahveh.Tú dices:No profetices contra Israel, no vaticines contra la casa de Isaac. |
| Por eso, así dice Yahveh: Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada, tu suelo será repartido a cordel, tú mismo en un suelo impuro morirás, e Israel será deportado de su suelo. |
| | |