| Elihú reanudó su discurso y dijo: |
| ¿Crees que eso es juicioso, piensas ser más justo que Dios, |
| cuando dices: ¿Qué te importa a ti, o de qué me sirve a mí no haber pecado? |
| Yo te daré respuesta, y contigo a tus amigos. |
| ¡Mira a los cielos y ve, observa cómo las nubes son mas altas que tú! |
| Si pecas, ¿qué le causas?, si se multiplican tus ofensas, ¿qué le haces? |
| ¿Qué le das, si eres justo, o qué recibe él de tu mano? |
| A un hombre igual que tú afecta tu maldad, a un hijo de hombre tu justicia. |
| Bajo la carga de la opresión se gime, se grita bajo el brazo de los grandes, |
| mas nadie dice: ¿Dónde está Dios, mi hacedor, el que hace resonar los cantares en la noche, |
| el que nos hace más hábiles que las bestias de la tierra, más sabios que los pájaros del cielo? |
| Entonces se grita, sin que responda él, a causa del orgullo de los malos. |
| Seguro, la falsedad Dios no la escucha,Sadday no le presta atención. |
| Mucho menos, el decir que no le adviertes, que un proceso está ante él y que le esperas; |
| o también que su cólera no castiga nada, y que ignora la rebelión del hombre. |
| Job, pues, abre en vano su boca, multiplica a lo tonto las palabras. |
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