| (Al principio del reinado de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, fue dirigida esta palabra a Jeremías de parte de Yahveh:) |
| Así me ha dicho Yahveh: Hazte unas coyundas y un yugo, póntelo sobre la cerviz, |
| y envíalos al rey de Edom, al rey de Moab y al rey de los ammonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón por medio de los embajadores que vienen a Jerusalén a ver a Sedecías, rey de Judá, |
| y dales estas instrucciones para sus señores: Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Así diréis a vuestros señores: |
| Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que hay sobre la haz de la tierra, con mi gran poder y mi tenso brazo, y lo di a quien me plugo. |
| Ahora yo he puesto todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y también los animales del campo le he dado para servirle |
| (y todas las naciones le servirán a él, a su hijo y al hijo de su hijo, hasta que llegue también el turno a su propio país - y le reducirán a servidumbre muchas naciones y reyes grandes -). |
| Así que las naciones y reinos que no sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no sometan su cerviz al yugo del rey de Babilonia, con la espada, con el hambre y con la peste los visitaré - oráculo de Yahveh - hasta acabarlos por medio de él. |
| Vosotros, pues, no oigáis a vuestros profetas, adivinos, soñadores, augures ni hechiceros que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia, |
| porque cosa falsa os profetizan para alejaros de sobre vuestro suelo, de suerte que yo os arroje y perezcáis. |
| Pero la nación que someta su cerviz al yugo de Babilonia y le sirva, yo la dejaré tranquila en su suelo - oráculo de Yahveh - y lo labrará y morará en él. |
| A Sedecías, rey de Judá, le hablé en estos mismos términos, diciendo: Someted vuestras cervices al yugo del rey de Babilonia, servidle a él y a su pueblo, y quedaréis con vida. |
| (¿A qué morir tú y tu pueblo por la espada, el hambre y la peste, como ha amenazado Yahveh a aquella nación que no sirva al rey de Babilonia?) |
| ¡No oigáis, pues, las palabras de los profetas que os dicen: No serviréis al rey de Babilonia, porque cosa falsa os profetizan, |
| pues yo no les he enviado - oráculo de Yahveh - y ellos andan profetizando en mi Nombre falsamente; no sea que yo os arroje, y perezcáis vosotros y los profetas que os profetizan. |
| Y a los sacerdotes y a todo este pueblo les hablé diciendo: Así dice Yahveh: No oigáis las palabras de vuestros profetas que os profetizan diciendo: He aquí que el ajuar de la Casa de Yahveh va a ser devuelto de Babilonia en seguida, porque cosa falsa os profetizan. |
| (No les hagáis caso. Servid al rey de Babilonia y quedaréis con vida. ¿Para qué ha de quedar esta ciudad arrasada?) |
| Y si ellos son profetas y la palabra de Yahveh les acompaña, que conjuren, ea, a Yahveh Sebaot para que los objetos que quedaron en la Casa de Yahveh, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén no vayan a Babilonia. |
| Porque así dice Yahveh Sebaot de las columnas, del Mar, de las basas y de los demás objetos que quedaron en esta ciudad, |
| de los cuales no se apoderó Nabucodonosor, rey de Babilonia, al deportar a Jeconías, hijo de Yoyaquim, rey de Judá, de Jerusalén a Babilonia (así como a todos los nobles de Judá y Jerusalén). |
| Sí, porque así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel, respecto a los objetos que quedaron en la Casa de Yahveh, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén: |
| A Babilonia serán llevados (y allí estarán hasta el día que yo los visite) - oráculo de Yahveh - (y entonces los subiré y devolveré a este lugar). |
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