| Feliz el marido de mujer buena, el número de sus días se duplicará. |
| Mujer varonil da contento a su marido, que acaba en paz la suma de sus años. |
| Mujer buena es buena herencia, asignada a los que temen al Señor: |
| sea rico o pobre, su corazón es feliz, en todo tiempo alegre su semblante. |
| Tres cosas hay que teme mi corazón, y una cuarta me espanta: desunión de ciudad, motín de plebe, y falsa acusación: todo ello más penoso que la muerte; |
| pero dolor de corazón y duelo es una mujer celosa de otra, látigo de lengua que con todos se enzarza. |
| Yugo mal sujeto es la mujer mala, tratar de dominarla es como agarrar un escorpión. |
| Blanco de gran ira es la mujer bebedora, no podrá ocultar su ignominia. |
| La lujuria de la mujer se ve en la procacidad de sus ojos, en sus párpados se reconoce. |
| Sobre hija desenvuelta refuerza la guardia, no sea que, si ve descuido, se aproveche. |
| Guárdate de ir tras ojos descarados, no te extrañes si te llevan al mal. |
| Cual caminante sediento abre ella la boca, y de toda agua que se topa bebe; ante toda clavija de tienda, impúdica, se sienta, y a toda flecha abre su aljaba. |
| La gracia de la mujer recrea a su marido, y su ciencia reconforta sus huesos. |
| Un don del Señor la mujer silenciosa, no tiene precio la bien educada. |
| Gracia de gracias la mujer pudorosa, no hay medida para pesar a la dueña de sí misma. |
| Sol que sale por las alturas del Señor es la belleza de la mujer buena en una casa en orden. |
| Lámpara que brilla en sagrado candelero es la hermosura de un rostro sobre un cuerpo esbelto. |
| Columnas de oro sobre basas de plata, las bellas pierras sobre talones firmes. |
| Dos cosas entristecen mi corazón y la tercera me produce mal humor: el guerrero que desfallece de indigencia, los inteligentes cuando son menospreciados, y el que de la justicia al pecado reincide: el Señor le destina a la espada. |
| Difícilmente se libra de falta el negociante, el comerciante no quedará limpio de pecado. |
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