| = Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Poema. De David. = |
| Escucha, oh Dios, mi oración, no te retraigas a mi súplica, |
| dame oídos, respóndeme, en mi queja me agito.Gimo |
| ante la voz del enemigo, bajo el abucheo del impío; pues vierten sobre mí falsedades y con saña me hostigan. |
| Se me estremece dentro el corazón, me asaltan pavores de muerte; |
| miedo y temblor me invaden, un escalofrío me atenaza. |
| Y digo: ¡Quién me diera alas como a la paloma para volar y reposar! |
| Huiría entonces lejos, en el desierto moraría. |
| En seguida encontraría un asilo contra el viento furioso y la tormenta. = Pausa. = |
| ¡Oh, piérdelos, Señor, enreda sus lenguas!, pues veo discordia y altercado en la ciudad; |
| rondan día y noche por sus murallas.Y dentro de ella falsedad y malicia, |
| insidias dentro de ella, jamás se ausentan de sus plazas la tiranía y el engaño. |
| Si todavía un enemigo me ultrajara, podría soportarlo; si el que me odia se alzara contra mí, me escondería de él. |
| ¡Pero tú, un hombre de mi rango, mi compañero, mi íntimo, |
| con quien me unía una dulce intimidad, en la Casa de Dios! ¡Oh, váyanse en tumulto, |
| caiga la muerte sobre ellos, vivos en el seol se precipiten, pues está el mal instalado en medio de ellos! |
| Yo, en cambio, a Dios invoco, y Yahveh me salva. |
| A la tarde, a la mañana, al mediodía me quejo y gimo: él oye mi clamor. |
| En paz mi alma rescata de la guerra que me hacen: aunque sean muchos contra mí, |
| Dios escucha y los humilla, él, que reina desde siempre.Pero ellos sin enmienda, y sin temor de Dios. |
| Cada uno extiende su mano contra sus aliados, viola su alianza; |
| más blanda que la crema es su boca, pero su corazón es sólo guerra; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desnudas. |
| Descarga en Yahveh tu peso, y él te sustentará; no dejará que para siempre zozobre el justo. |
| Y tú, oh Dios, los hundirás en el pozo de la fosa, a los hombres de sangre y de fraude, sin alcanzar la mitad de sus días.Mas yo confío en ti. |
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