| = Del maestro de coro. Salmo. De David. Cántico. = |
| A ti se debe la alabanza, oh Dios, en Sión.A ti el voto se te cumple, |
| tú que escuchas la oración.Hasta ti toda carne viene |
| con sus obras culpables; nos vence el peso de nuestras rebeldías, pero tú las borras. |
| Dichoso tu elegido, tu privado, en tus atrios habita. ¡Oh, hartémonos de los bienes de tu Casa, de las cosas santas de tu Templo! |
| Tú nos responderás con prodigios de justicia,Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra, y de las islas lejanas; |
| tú que afirmas los montes con tu fuerza, de potencia ceñido, |
| y acallas el estruendo de los mares, el estruendo de sus olas.Están los pueblos en bullicio, |
| por tus señales temen los que habitan los confines, a las puertas de la mañana y de la tarde haces tú gritar de júbilo. |
| Tú visitas la tierra y la haces rebosar, de riquezas la colmas.El río de Dios va lleno de agua, tú preparas los trigales.Así es como la preparas: |
| riegas sus surcos, allanas sus glebas, con lluvias la ablandas, bendices sus renuevos. |
| Tú coronas el año con tu benignidad, de tus rodadas cunde la grosura; |
| destilan los pastos del desierto, las colinas se ciñen de alegría; |
| las praderas se visten de rebaños, los valles se cubren de trigo; ¡y los gritos de gozo, y las canciones! |
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