| Habló Yahveh a Moisés diciendo: |
| Mira que he designado a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá; |
| y le he llenado del espíritu de Dios concediéndole habilidad, pericia y experiencia en toda clase de trabajos; |
| para concebir y realizar proyectos en oro, plata y bronce; |
| para labrar piedras de engaste, tallar la madera y ejecutar cualquier otra labor. |
| Mira que yo le he dado por colaborador a Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan; y además, en el corazón de todos los hombres hábiles he infundido habilidad para que hagan todo lo que te he mandado: |
| la Tienda del Encuentro, el arca del Testimonio, el propiciatorio que la cubre y todos los utensilios de la Tienda; |
| la mesa con sus utensilios, el candelabro con todos sus utensilios, el altar del incienso, |
| el altar del holocausto con todos sus utensilios, la pila con su base; |
| las vestiduras de ceremonia, las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón, y las vestiduras de sus hijos para las funciones sacerdotales: |
| el óleo de la unción y el incienso aromático para el Santuario. Ellos lo harán conforme a todo lo que te he ordenado. |
| Habló Yahveh a Moisés diciendo: |
| Habla tú a los israelitas y diles: No dejéis de guardar mis sábados; porque el sábado es una señal entre yo y vosotros, de generación en generación, para que sepáis que yo, Yahveh, soy el que os santifico. |
| Guardad el sábado, porque es sagrado para vosotros. El que lo profane morirá. Todo el que haga algún trabajo en él será exterminado de en medio de su pueblo. |
| Seis días se trabajará; pero el día séptimo será día de descanso completo, consagrado a Yahveh. Todo aquel que trabaje en sábado, morirá. |
| Los israelitas guardarán el sábado celebrándolo de generación en generación como alianza perpetua. |
| Será entre yo y los israelitas una señal perpetua; pues en seis días hizo Yahveh los cielos y la tierra, y el día séptimo descansó y tomó respiro. |
| Después de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios. |
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