| Corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Yahveh, que él dirige donde quiere. |
| Al hombre le parecen rectos todos sus caminos, pero es Yahveh quien pesa los corazones. |
| Practicar la justicia y la equidad, es mejor ante Yahveh que el sacrificio. |
| Ojos altivos, corazón arrogante, antorcha de malvados, es pecado. |
| Los proyectos del diligente, todo son ganancia; para el que se precipita, todo es indigencia. |
| Hacer tesoros con lengua engañosa, es vanidad fugitiva de quienes buscan la muerte. |
| La violencia de los malos los domina, porque se niegan a practicar la equidad. |
| Tortuoso es el camino del hombre criminal, pero el puro es recto en sus obras. |
| Mejor es vivir en la esquina del terrado, que casa en común con mujer litigiosa. |
| El alma del malvado desea el mal, su vecino no halla gracia a sus ojos. |
| Cuando se castiga al arrogante, el simple se hace sabio; cuando se instruye al sabio, adquiere ciencia. |
| El Justo observa la casa del malvado, y arroja a los malvados a la desgracia. |
| Quien cierra los oídos a las súplicas del débil clamará también él y no hallará respuesta. |
| Regalo a escondidas, aplaca la cólera, y obsequio oculto, la ira violenta. |
| Alegría para el justo es el cumplimiento de la justicia, pero horror para los que hacen el mal. |
| El hombre que se aparta del camino de la prudencia reposará en la asamblea de las sombras. |
| Se arruina el hombre que ama el placer, no será rico el aficionado a banquetes. |
| Rescate del justo es el malo, y en lugar de los rectos, el traidor. |
| Mejor es habitar en el desierto que con mujer litigiosa y triste. |
| Tesoro precioso y aceite en la casa del sabio, pero el hombre necio los devora. |
| Quien va tras la justicia y el amor hallará vida, justicia y honor. |
| El sabio escala la ciudad de los fuertes, y derriba la fortaleza en que confiaban. |
| El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de la angustia. |
| Al insolente y altivo se le llama: arrogante; actúa en el exceso de su insolencia. |
| El deseo del perezoso le lleva a la muerte, porque sus manos rehúsan el trabajo. |
| Todo el día está el malo codicioso; pero el justo da sin rehusar jamás. |
| El sacrificio de los malos es abominable, sobre todo si se ofrece con mala intención. |
| El testigo falso perecerá, el hombre que escucha, por siempre podrá hablar. |
| El hombre malo se muestra atrevido, el recto afianza su camino. |
| No hay sabiduría, ni hay prudencia ni hay consejo, delante de Yahveh. |
| Se prepara el caballo para el día del combate, pero la victoria es de Yahveh. |
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