| El que se venga, sufrirá venganza del Señor, que cuenta exacta llevará de sus pecados. |
| Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados. |
| Hombre que a hombre guarda ira, ¿cómo del Señor espera curación? |
| De un hombre como él piedad no tiene, ¡y pide perdón por sus propios pecados! |
| El, que sólo es carne, guarda rencor, ¿quién obtendrá el perdón de sus pecados? |
| Acuérdate de las postrimerías, y deja ya de odiar, recuerda la corrupción y la muerte, y sé fiel a los mandamientos. |
| Recuerda los mandamientos, y no tengas rencor a tu prójimo, recuerda la alianza del Altísimo, y pasa por alto la ofensa. |
| Absténte de disputas y evitarás el pecado, porque el apasionado atiza las disputas. |
| El pecador enzarza a los amigos, entre los que están en paz siembra discordia. |
| Según sea la leña, así arde el fuego, según su violencia, arde la disputa; según la fuerza del hombre es su furor y conforme a su riqueza sube su ira. |
| Riña súbita prende fuego, disputa precipitada vierte sangre. |
| Si soplas una chispa, prenderá, si la escupes, se apagará, y ambas cosas salen de tu boca. |
| Al soplón de lengua doble, maldícele, que ha perdido a muchos que vivían en paz. |
| A muchos sacudió la lengua triple, los dispersó de nación en nación; arrasó ciudades fuertes y derruyó casas de magnates. |
| La lengua triple repudió a mujeres varoniles, las privó del fruto de sus trabajos. |
| El que la atiende no encontrará reposo, ni plantará su tienda en paz. |
| El golpe del látigo produce cardenales, el golpe de la lengua quebranta los huesos. |
| Muchos han caído a filo de espada, mas no tantos como los caídos por la lengua. |
| Feliz el que de ella se resguarda, el que no pasa a través de su furor, el que su yugo no ha cargado, ni ha sido atado con sus coyundas. |
| Porque su yugo es yugo de hierro, y coyundas de bronce sus coyundas. |
| Muerte funesta la muerte que ella da, ¡el seol es preferible a ella! |
| Mas no tiene poder sobre los piadosos, en su llama no se quemarán. |
| Los que abandonan al Señor caerán en ella, en ellos arderá y no se apagará.Como un león se lanzará contra ellos, como una pantera los desgarrará. |
| Mira, cerca tu hacienda con espinos, encierra bien tu plata y tu oro. |
| A tus palabras pon balanza y peso, a tu boca pon puerta y cerrojo. |
| Guárdate bien de resbalar por ella, no sea que caigas ante el que te acecha. |
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