| Palabras de Jeremías, hijo de Jilquías, de los sacerdotes de Anatot, en la tierra de Benjamín, |
| a quien fue dirigida la palabra de Yahveh en tiempo de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado, |
| y después en tiempo de Yoyaquim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta cumplirse el año undécimo de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, o sea, hasta la deportación de Jerusalén en el mes quinto. |
| Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: |
| Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí. |
| Yo dije: ¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho. |
| Y me dijo Yahveh:No digas: Soy un muchacho, pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás. |
| No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -. |
| Entonces alargó Yahveh su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahveh:Mira que he puesto mis palabras en tu boca. |
| Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y plantar. |
| Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: ¿Qué estás viendo, Jeremías? Una rama de almendro estoy viendo. |
| Y me dijo Yahveh: Bien has visto. Pues así soy yo, velador de mi palabra para cumplirla. |
| Nuevamente me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: ¿Qué estás viendo? Un puchero hirviendo estoy viendo, que se vuelca de norte a sur. |
| Y me dijo Yahveh: Es que desde el norte se iniciará el desastre sobre todos los moradores de esta tierra. |
| Porque en seguida llamo yo a todas las familias reinos del norte - oráculo de Yahveh - y vendrán a instalarse a las mismas puertas de Jerusalén, y frente a todas sus murallas en torno, y contra todas las ciudades de Judá, |
| a las que yo sentenciaré por toda su malicia: por haberme dejado a mí para ofrecer incienso a otros dioses, y adorar la obra de sus propias manos. |
| Por tu parte, te apretarás la cintura, te alzarás y les dirás todo lo que yo te mande.No desmayes ante ellos, y no te haré yo desmayar delante de ellos; |
| pues, por mi parte, mira que hoy te he convertido en plaza fuerte, en pilar de hierro, en muralla de bronce frente a toda esta tierra, así se trate de los reyes de Judá como de sus jefes, de sus sacerdotes o del pueblo de la tierra. |
| Te harán la guerra, mas no podrán contigo, pues contigo estoy yo - oráculo de Yahveh - para salvarte. |
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