| En tus riquezas no te apoyes ni digas: Tengo bastante con ellas. |
| No te dejes arrastrar por tu deseo y tu fuerza para seguir la pasión de tu corazón. |
| No digas: ¿Quién me domina a mí?, porque el Señor cierto que te castigará. |
| No digas: Pequé, y ¿qué me ha pasado?, porque el Señor es paciente. |
| Del perdón no te sientas tan seguro que acumules pecado tras pecado. |
| No digas: Su compasión es grande, él me perdonará la multitud de mis pecados.Porque en él hay misericordia, pero también hay cólera, y en los pecadores se desahoga su furor. |
| No te tardes en volver al Señor, no lo difieras de un día para otro, pues de pronto salta la ira del Señor, y perecerás al tiempo del castigo. |
| No te apoyes en riquezas injustas, que de nada te servirán el día de la adversidad. |
| No avientes a cualquier viento, ni vayas por cualquier senda, (así hace el pecador de lengua doble). |
| Manténte firme en tu pensamiento, y sea una tu palabra. |
| Sé pronto en escuchar, y tardo en responder. |
| Si sabes alguna cosa, a tu prójimo responde, si no, pon tu mano en la boca. |
| Gloria y deshonra caben en el hablar, y en la lengua del hombre está su ruina. |
| Que no se te llame maldiciente, no pongas lazos con tu lengua, que sobre el ladrón cae la vergüenza, y dura condenación sobre la lengua doble. |
| Ni en lo grande ni en lo pequeño yerres, ni de amigo te vuelvas enemigo. |
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