| Así fue concluida todo la obra que hizo Salomón para la Casa de Yahveh. Salomón hizo traer todo lo consagrado por su padre David, la plata, el oro y todos los objetos, y lo puso en los tesoros de la Casa de Dios. |
| Entonces congregó Salomón en Jerusalén a todos los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas de los hijos de Israel, para hacer subir el arca de la alianza de Yahveh desde la Ciudad de David, que es Sión. |
| Se reunieron junto al rey todos los hombres de Israel, en la fiesta del mes séptimo. |
| Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los levitas alzaron el arca; |
| y llevaron el arca y la Tienda del Encuentro y todos los utensilios del santuario que había en la Tienda; lo llevaron los sacerdotes levitas. |
| El rey Salomón, con toda la comunidad de Israel que se había reunido en torno a él, sacrificaron ante el arca ovejas y bueyes en incalculable e innumerable abundancia. |
| Los sacerdotes llevaron el arca de la alianza de Yahveh a su lugar, al Debir de la Casa, al Santo de los Santos, bajo las alas de los querubines. |
| Pues los querubines extendían las alas por encima del emplazamiento del arca, cubriendo el arca y los varales por encima. |
| Los varales eran tan largos que se veían sus puntas desde el Santo, desde la parte anterior al Debir, pero no se veían desde fuera; y allí están hasta el día de hoy. |
| En el arca no había nada más que las dos tablas que hizo poner Moisés en ella, en el Horeb, cuando Yahveh hizo alianza con los israelitas a su salida de Egipto. |
| Cuando los sacerdotes salieron del santuario, porque todos los sacerdotes que se hallaban presentes se habían santificado, sin guardar orden de clases, |
| y todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Yedutún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, estaban de pie al oriente del altar, tocando címbalos, salterios y cítaras, y con ellos 120 sacerdotes que tocaban las trompetas; |
| se hacían oír al mismo tiempo y al unísono los que tocaban las trompetas y los cantores, alabando y celebrando a Yahveh; alzando la voz con las trompetas y con los címbalos y otros instrumentos de música, alababan a Yahveh diciendo: «Porque es bueno, porque es eterno su amor»; la Casa se llenó de una nube, la misma Casa de Yahveh. |
| Y los sacerdotes no pudieron continuar en el servicio a causa de la nube, porque la gloria de Yahveh llenaba la Casa de Dios. |
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