| Estará entonces el justo en pie con gran confianza en presencia de los que le afligieron y despreciaron sus trabajos. |
| Al verle, quedarán estremecidos de terrible espanto, estupefactos por lo inesperado de su salvación. |
| Se dirán mudando de parecer, gimiendo en la angustia de su espíritu: |
| Este es aquel a quien hicimos entonces objeto de nuestras burlas, a quien dirigíamos, insensatos, nuestros insultos. Locura nos pareció su vida y su muerte, una ignominia. |
| ¿Cómo, pues, ha sido contado entre los hijos de Dios y tiene su herencia entre los santos? |
| Luego vagamos fuera del camino de la verdad; la luz de la justicia no nos alumbró, no salió el sol para nosotros. |
| Nos hartamos de andar por sendas de iniquidad y perdición, atravesamos desiertos intransitables; pero el camino del Señor, no lo conocimos. |
| ¿De qué nos sirvió nuestro orgullo? ¿De qué la riqueza y la jactancia? |
| Todo aquello pasó como una sombra, como noticia que va corriendo; |
| como nave que atraviesa las aguas agitadas, y no es posible descubrir la huella de su paso ni el rastro de su quilla en las olas; |
| como pájaro que volando atraviesa el aire, y de su vuelo no se encuentra vestigio alguno; con el golpe de sus remos azota el aire ligero, lo corta con agudo silbido, se abre camino batiendo las alas y después, no se descubre señal de su paso; |
| como flecha disparada al blanco; el aire hendido refluye al instante sobre sí y no sabe el camino que la flecha siguió. |
| Lo mismo nosotros: apenas nacidos, dejamos de existir, y no podemos mostrar vestigio alguno de virtud; nos gastamos en nuestra maldad. |
| En efecto, la esperanza del impío es como brizna arrebatada por el viento, como espuma ligera acosada por el huracán, se desvanece como el humo con el viento; pasa como el recuerdo del huésped de un día. |
| Los justos, en cambio, viven eternamente; en el Señor está su recompensa, y su cuidado a cargo del Altísimo. |
| Recibirán por eso de mano del Señor la corona real del honor y la diadema de la hermosura; pues con su diestra los protegerá y los escudará con su brazo. |
| Tomará su celo como armadura, y armará a la creación para rechazar a sus enemigos; |
| por coraza vestirá la justicia, se pondrá por casco un juicio sincero, |
| tomará por escudo su santidad invencible, |
| afilará como espada su cólera inexorable, y el universo saldrá con él a pelear contra los insensatos. |
| Partirán certeros los tiros de los rayos, de las nubes, como de arco bien tendido, saltarán al blanco, |
| de una ballesta se disparará furioso granizo; las olas del mar se encresparán contra ellos, los ríos los anegarán sin piedad; |
| se levantará contra ellos un viento poderoso y como huracán los aventará.Así la iniquidad asolará la tierra entera y la maldad derribará los tronos de los que están en el poder. |
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