| como prende el fuego en la hojarasca, como el fuego hace hervir al agua - para dar a conocer tu nombre a tus adversarios, y hacer temblar a las naciones ante ti, |
| haciendo tú cosas terribles, inesperadas. (Tú descendiste: ante tu faz, los montes se derretirán.) |
| Nunca se oyó.No se oyó decir, ni se escuchó, ni ojo vio a un Dios, sino a ti, que tal hiciese para el que espera en él. |
| Te haces encontradizo de quienes se alegran y practican justicia y recuerdan tus caminos.He aquí que estuviste enojado, pero es que fuimos pecadores; estamos para siempre en tu camino y nos salvaremos. |
| Somos como impuros todos nosotros, como paño inmundo todas nuestras obras justas.Caímos como la hoja todos nosotros, y nuestras culpas como el viento nos llevaron. |
| No hay quien invoque tu nombre, quien se despierte para asirse a ti.Pues encubriste tu rostro de nosotros, y nos dejaste a merced de nuestras culpas. |
| Pues bien, Yahveh, tú eres nuestro Padre.Nosotros la arcilla, y tú nuestro alfarero, la hechura de tus manos todos nosotros. |
| No te irrites, Yahveh, demasiado, ni para siempre recuerdes la culpa.Ea, mira, todos nosotros somos tu pueblo. |
| Tus ciudades santas han quedado desiertas,Sión desierta ha quedado, Jerusalén desolada. |
| Nuestra Casa santa y gloriosa, en donde te alabaron nuestros padres, ha parado en hoguera de fuego, y todas nuestras cosas más queridas han parado en ruinas. |
| ¿Es que ante esto te endurecerás, Yahveh, callarás y nos humillarás sin medida? |
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