| ¿No eres tú, oh Dios, que nos has rechazado y ya no sales, oh Dios, con nuestras tropas? |
| Alabad a Yahveh, que es bueno salmodiar, a nuestro Dios, que es dulce la alabanza. |
| Edifica Yahveh a Jerusalén, congrega a los deportados de Israel; |
| él sana a los de roto corazón, y venda sus heridas. |
| El cuenta el número de estrellas, y llama a cada una por su nombre; |
| grande es nuestro Señor, y de gran fuerza, no tiene medida su saber. |
| Yahveh sostiene a los humildes, hasta la tierra abate a los impíos. |
| Cantad a Yahveh en acción de gracias, salmodiad a la cítara para nuestro Dios: |
| El que cubre de nubes los cielos, el que lluvia a la tierra prepara, el que hace germinar en los montes la hierba, y las plantas para usos del hombre, |
| el que dispensa al ganado su sustento, a las crías del cuervo cuando chillan. |
| No le agrada el brío del caballo, ni se complace en los músculos del hombre. |
| Se complace Yahveh en los que le temen, en los que esperan en su amor. |
| ¡Celebra a Yahveh, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! |
| Que él ha reforzado los cerrojos de tus puertas, ha bendecido en ti a tus hijos; |
| pone paz en tu término, te sacia con la flor del trigo. |
| El envía a la tierra su mensaje, a toda prisa corre su palabra; |
| como lana distribuye la nieve, esparce la escarcha cual ceniza. |
| Arroja su hielo como migas de pan, a su frío ¿quién puede resistir? |
| Envía su palabra y hace derretirse, sopla su viento y corren las aguas. |
| El revela a Jacob su palabra, sus preceptos y sus juicios a Israel: |
| no hizo tal con ninguna nación, ni una sola sus juicios conoció. |
| | |