| Cuando hablaba Efraím, cundía el terror, se había impuesto en Israel, pero se hizo culpable con Baal y murió. |
| Y todavía continúan pecando: se han hecho imágenes fundidas, con su plata, ídolos de su invención: ¡obra de artesanos todo ello! ¡Con ellos hablan los que sacrifican hombres que envían besos a becerros! |
| Por eso serán como nube mañanera, como rocío matinal que pasa, como paja aventada de la era, como humo por la ventana. |
| Pero yo soy Yahveh, tu Dios, desde el país de Egipto.No conoces otro Dios fuera de mí, ni hay más salvador que yo. |
| Yo te conocí en el desierto, en la tierra ardorosa. |
| Cuando estaban en su pasto se saciaron, se saciaron y se engrió su corazón, por eso se olvidaron de mí. |
| Pues yo seré para ellos cual león, como leopardo en el camino acecharé. |
| Caeré sobre ellos como osa privada de sus cachorros, desgarraré las telas de su corazón, los devoraré allí mismo cual leona, la bestia del campo los despedazará. |
| Tu destrucción ha sido, Israel, porque sólo en mí estaba tu socorro. |
| ¿Dónde está, pues, tu rey, para que te salve, y en todas tus ciudades tus jueces? aquellos de quienes tú decías: Dame rey y príncipes. |
| Rey en mi cólera te doy, y te lo quito en mi furor. |
| Encerrada está la culpa de Efraím, bien guardado su pecado. |
| Dolores de parturienta le asaltan, pero él es un hijo necio que no se presenta a tiempo por donde rompen los hijos. |
| ¿De la garra del seol los libraré, de la muerte los rescataré? ¿Dónde están, muerte, tus pestes, dónde tu contagio, seol?La compasión está oculta a mis ojos. |
| Aunque Efraím dé fruto entre sus hermanos, el solano llegará, el viento de Yahveh subirá del desierto, para que se seque su manantial, y se agote su fuente; él arrebatará el tesoro de todos los objetos preciosos. |
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