| ¡Oídme, islas, atended, pueblos lejanos!Yahveh desde el seno materno me llamó; desde las entrañas de mi madre recordó mi nombre. |
| Hizo mi boca como espada afilada, en la sombra de su mano me escondió; hízome como saeta aguda, en su carcaj me guardó. |
| Me dijo: Tú eres mi siervo (Israel), en quien me gloriaré. |
| Pues yo decía: Por poco me he fatigado, en vano e inútilmente mi vigor he gastado. ¿De veras que Yahveh se ocupa de mi causa, y mi Dios de mi trabajo? |
| Ahora, pues, dice Yahveh, el que me plasmó desde el seno materno para siervo suyo, para hacer que Jacob vuelva a él, y que Israel se le una.Mas yo era glorificado a los ojos de Yahveh, mi Dios era mi fuerza. |
| Poco es que seas mi siervo, en orden a levantar las tribus de Jacob, y de hacer volver los preservados de Israel.Te voy a poner por luz de las gentes, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra. |
| Así dice Yahveh, el que rescata a Israel, el Santo suyo, a aquel cuya vida es despreciada, y es abominado de las gentes, al esclavo de los dominadores:Veránlo reyes y se pondrán en pie, príncipes y se postrarán por respeto a Yahveh, que es leal, al Santo de Israel, que te ha elegido. |
| Así dice Yahveh:En tiempo favorable te escucharé, y en día nefasto te asistiré.Yo te formé y te he destinado a ser alianza del pueblo, para levantar la tierra, para repartir las heredades desoladas, |
| para decir a los presos: Salid, y a los que están en tinieblas: Mostraos.Por los caminos pacerán y en todos los calveros tendrán pasto. |
| No tendrán hambre ni sed, ni les dará el bochorno ni el sol, pues el que tiene piedad de ellos los conducirá, y a manantiales de agua los guiará. |
| Convertiré todos mis montes en caminos, y mis calzadas serán levantadas. |
| Mira: Estos vienen de lejos, esos otros del norte y del oeste, y aquéllos de la tierra de Sinim. |
| ¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra!Prorrumpan los montes en gritos de alegría, pues Yahveh ha consolado a su pueblo, y de sus pobres se ha compadecido. |
| Pero dice Sión: Yahveh me ha abandonado, el Señor me ha olvidado. |
| - ¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas?Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido. |
| Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada, tus muros están ante mí perpetuamente. |
| Apresúrense los que te reedifican, y salgan de ti los que te arruinaron y demolieron. |
| Alza en torno los ojos y mira: todos ellos se han reunido y han venido a ti. ¡Por mi vida! - oráculo de Yahveh - que con todos ellos como con velo nupcial te vestirás, y te ceñirás con ellos como una novia. |
| Porque tus ruinas y desolaciones y tu tierra arrasada van a ser ahora demasiado estrechas para tanto morador, y se habrán alejado tus devoradores. |
| Todavía te dirán al oído los hijos de que fuiste privada: El lugar es estrecho para mí,Cédeme sitio para alojarme. |
| Y dirás para ti misma: ¿Quién me ha dado a luz éstos?Pues yo había quedado sin hijos y estéril, desterrada y aparte, y a éstos ¿quién los crió?He aquí que yo había quedado sola, pues éstos ¿dónde estaban? |
| Así dice el Señor Yahveh:He aquí que yo voy a alzar hacia las gentes de mi mano, y hacia los pueblos voy a levantar mi bandera; traerán a tus hijos en brazos, y tus hijas serán llevadas a hombros. |
| Reyes serán tus tutores, y sus princesas, nodrizas tuyas.Rostro en tierra se postrarán ante ti, y el polvo de tus pies lamerán.Y sabrás que yo soy Yahveh; no se avergonzarán los que en mí esperan. |
| ¿Se arrebata al valiente la presa, o se escapa el prisionero del guerrero? |
| Pues así dice Yahveh:Sí, al valiente se le quitará el prisionero, y la presa del guerrero se le escapará; con tus litigantes yo litigaré, y a tus hijos yo salvaré. |
| Haré comer a tus opresores su propia carne, como con vino nuevo, con su sangre se embriagarán.Y sabrá todo el mundo que yo, Yahveh, soy el que te salva, y el que te rescata, el Fuerte de Jacob. |
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