| Por aquellos días reunieron los filisteos sus tropas para ir a la guerra contra Israel; Akís dijo a David: Bien sabes que debes venir a la guerra conmigo, tú y tus hombres. |
| Respondió David a Akís: Ahora vas a saber bien lo que va a hacer tu servidor. Dijo Akís a David: Con seguridad te haré mi guardia personal para siempre. |
| Samuel había muerto, todo Israel le había llorado y fue sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había echado del país a los nigromantes y adivinos. |
| Habiéndose reunido los filisteos vinieron a acampar en Sunem. Reunió Saúl a todo Israel y acampó en Gelboé. |
| Vio Saúl el campamento de los filisteos y tuvo miedo, temblando sobremanera su corazón. |
| Consultó Saúl a Yahveh, pero Yahveh no le respondió ni por sueños ni por los = urim =, ni por los profetas. |
| Dijo Saúl a sus servidores: Buscadme una nigromante para que vaya a consultarla. Dijéronle sus servidores: Aquí mismo, en Endor, hay una nigromante. |
| Se disfrazó Saúl poniéndose otras ropas y fue con dos de sus hombres; llegó donde la mujer de noche y dijo: Adivíname por un muerto y evócame el que yo te diga. |
| La mujer le respondió: Bien sabes lo que hizo Saúl, que suprimió de esta tierra a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes un lazo a mi vida para hacerme morir? |
| Saúl juró por Yahveh diciendo: ¡Vive Yahveh! Ningún castigo te vendrá por este hecho. |
| La mujer dijo: ¿A quién debo invocar para ti? Respondió: Evócame a Samuel. |
| Vio entonces la mujer a Samuel y lanzó un gran grito. Dijo la mujer a Saúl: ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl¡ |
| El rey le dijo: No temas, pero ¿qué has visto? La mujer respondió a Saúl: Veo un espectro que sube de la tierra. |
| Saúl le preguntó: ¿Qué aspecto tiene? Ella respondió: Es un hombre anciano que sube envuelto en su manto. Comprendió Saúl que era Samuel y cayendo rostro en tierra se postró. |
| Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me perturbas evocándome? Respondió Saúl: Estoy en grande angustia; los filisteos mueven guerra contra mí, Dios se ha apartado de mí y ya no me responde ni por los profetas ni en sueños. Te he llamado para que me indiques lo que debo hacer. |
| Dijo Samuel: ¿Para qué me consultas si Yahveh se ha separado de ti y se ha pasado a otro? |
| Yahveh te ha cumplido lo que dijo por mi boca: ha arrancado Yahveh el reino de tu mano y se lo ha dado a otro, a David, |
| porque no oíste la indignación de su ira contra Amalec. Por eso te trata hoy Yahveh de esta manera. |
| También a Israel entregará Yahveh en manos de los filisteos. Mañana tú y tus hijos estaréis conmigo. Yahveh ha entregado también el ejército de Israel en manos de los filisteos. |
| Al instante Saúl cayó en tierra cuan largo era. Estaba aterrado por las palabras de Samuel: se hallaba, además, sin fuerzas, porque no había comido nada en todo el día y toda la noche. |
| Acercóse la mujer donde Saúl, y viendo que estaba tan conturbado, le dijo: Tu sierva ha escuchado tu voz y he puesto mi vida en peligro por obedecer las órdenes que me diste. |
| Escucha, pues, tú también la voz de tu sierva y permíteme que te sirva un bocado de pan para que comas y tengas fuerzas para ponerte en camino. |
| Saúl se negó diciendo: No quiero comer. Pero sus servidores, a una con la mujer, le insistieron hasta que accedió. Se levantó del suelo y se sentó en el diván. |
| Tenía la mujer en casa un ternero cebado y se apresuró a degollarlo. Tomó harina, la amasó y coció unos ázimos. |
| Lo sirvió a Saúl y sus servidores, comieron y levantándose se marcharon aquella misma noche. |
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