| De la tierra creó el Señor al hombre, y de nuevo le hizo volver a ella. |
| Días contados le dio y tiempo fijo, y dioles también poder sobre las cosas de la tierra. |
| De una fuerza como la suya los revistió, a su imagen los hizo. |
| Sobre toda carne impuso su temor para que dominara a fieras y volátiles. |
| Les formó lengua, ojos, oídos, y un corazón para pensar. |
| De saber e inteligencia los llenó, les enseñó el bien y el mal. |
| Puso su ojo en sus corazones, para mostrarles la grandeza de sus obras. |
| Por eso su santo nombre alabarán, contando la grandeza de sus obras. |
| Aun les añadió el saber, la ley de vida dioles en herencia. |
| Alianza eterna estableció con ellos, y sus juicios les enseñó. |
| Los ojos de ellos vieron la grandeza de su gloria, la gloria de su voz oyeron sus oídos. |
| Y les dijo: Guardaos de toda iniquidad, y a cada cual le dio órdenes respecto de su prójimo. |
| Sus caminos están ante él en todo tiempo, no se ocultan a sus ojos. |
| A cada nación asignó un jefe, mas la porción del Señor es Israel. |
| Todas sus obras están ante él, igual que el sol, e incesantes sus ojos sobre sus caminos. |
| No se le ocultan sus iniquidades, todos sus pecados están ante el Señor. |
| La limosna del hombre es como un sello para él, el favor del hombre lo guarda como la pupila de sus ojos. |
| Después se levantará y les retribuirá, sobre su cabeza pondrá su recompensa. |
| Pero a los que se arrepienten les concede retorno, y consuela a los que perdieron la esperanza. |
| Conviértete al Señor y deja tus pecados, suplica ante su faz y quita los obstáculos. |
| Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia, odia con toda el alma la abominación. |
| ¿Quién en el seol alabará al Altísimo si los vivientes no le dan gloria? |
| No hay alabanza que venga de muerto, como de quien no existe; es el que vive y goza de salud quien alaba al Señor. |
| ¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que a él se convierten! |
| Pues no todo puede estar en poder de los hombres, que no es inmortal el hijo de hombre. |
| ¿Qué hay más luminoso que el sol? Con todo, desaparece.Mas la carne y la sangre sólo el mal conciben. |
| Al ejército de lo alto de los cielos pasa él revista, pero polvo y ceniza son los hombres. |
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