| Oráculo sobre el Desierto Marítimo.Como torbellinos pasando por el Négueb vienen del desierto, del país temible. |
| Una visión dura me ha sido mostrada:El saqueador saquea y el devastador devasta.Sube Elam; asedia, Media.He hecho cesar todo suspiro. |
| Por eso mis riñones se han llenado de espanto.En mí hacen presa dolores, como dolores de parturienta.Estoy pasmado sin poder oír, me estremezco sin ver. |
| He perdido el sentido, escalofríos me sobrecogen.El crepúsculo de mis anhelos se me convierte en sobresalto. |
| Se prepara la mesa, se despliega el mantel, se come y se bebe. - ¡Levantaos, jefes, engrasad el escudo! |
| Pues así me ha dicho el Señor: Anda, pon un vigía que vea y avise. |
| Cuando vea carros, troncos de caballos, jinetes en burro, jinetes en camello, preste atención, mucha atención. |
| Y exclamó el vigía: Sobre la atalaya, mi señor, estoy firme a lo largo del día, y en mi puesto de guardia estoy firme noches enteras. |
| Pues bien: por ahí vienen jinetes, troncos de caballos.Replicó y dijo: ¡Cayó, cayó Babilonia, y todas las estatuas de sus dioses se han estrellado contra el suelo! |
| Trilla mía y parva de mi era: lo que he oído de parte de Yahveh Sebaot,Dios de Israel, os lo he anunciado. |
| Oráculo sobre Duma.Alguien me grita desde Seír: Centinela, ¿qué hay de la noche? centinela, ¿qué hay de la noche? |
| Dice el centinela: Se hizo de mañana y también de noche.Si queréis preguntar, volveos, venid. |
| Oráculo en la estepa.En el bosque, en la estepa, haced noche, caravanas de dedanitas. |
| Al encuentro del sediento llevad agua, habitantes del país de Temá; salid con pan al encuentro del fugitivo. |
| Pues de las espadas huyen, de la espada desnuda, del arco tendido, de la pesadumbre de la guerra. |
| Pues así me ha dicho el Señor: Al cabo de un año como año de jornalero se habrá consumido toda la gloria de Quedar. |
| Del resto de los arqueros, de los paladines, de los bravos de los hijos de Quedar, quedarán pocos, porque Yahveh, Dios de Israel, lo ha dicho. |
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