| Subiendo a la barca, pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. |
| En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ¡ Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados. |
| Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: Este está blasfemando. |
| Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: |
| Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al paralítico -: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. |
| El se levantó y se fue a su casa. |
| Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres. |
| Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: Sígueme. El se levantó y le siguió. |
| Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. |
| Al verlo los fariseos decían a los discípulos: ¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores? |
| Mas él, al oírlo, dijo: No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. |
| Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores. |
| Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan? |
| Jesús les dijo: Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. |
| Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. |
| Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan. |
| Así les estaba hablando, cuando se acercó un magistrado y se postró ante él diciendo: Mi hija acaba de morir, pero ven, impón tu mano sobre ella y vivirá. |
| Jesús se levantó y le siguió junto con sus discípulos. |
| En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años se acercó por detrás y tocó la orla de su manto. |
| Pues se decía para sí: Con sólo tocar su manto, me salvaré. |
| Jesús se volvió, y al verla le dijo: ¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado. Y se salvó la mujer desde aquel momento. |
| Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, |
| decía: ¡Retiraos! La muchacha no ha muerto; está dormida. Y se burlaban de él. |
| Mas, echada fuera la gente, entró él, la tomó de la mano, y la muchacha se levantó. |
| Y la noticia del suceso se divulgó por toda aquella comarca. |
| Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David! |
| Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer eso? Dícenle: Sí, Señor. |
| Entonces les tocó los ojos diciendo: Hágase en vosotros según vuestra fe. |
| Y se abrieron sus ojos. Jesús les ordenó severamente: ¡Mirad que nadie lo sepa! |
| Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella comarca. |
| Salían ellos todavía, cuando le presentaron un mudo endemoniado. |
| Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: Jamás se vio cosa igual en Israel. |
| Pero los fariseos decían: Por el Príncipe de los demonios expulsa a los demonios. |
| Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando todo enfermedad y toda dolencia. |
| Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor. |
| Entonces dice a sus discípulos: La mies es mucha y los obreros pocos. |
| Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. |
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